Estas líneas van dedicadas a todas aquellas personas del pasado que ya no habitan la realidad física que me envuelve y que se cruzaron, durante poco o mucho tiempo, en mi caminar diario.

Más que un escrito, es una manera de expresar homenaje y agradecimiento pleno y profundo a sus aportaciones personales que, sin las cuales, no habría logrado convertirme en el ser humano que mis 63 años y 5 meses de edad soy al día de hoy soy.

Evidentemente, algunas de ellas dejaron huellas más profundas que otras, y no es cuestión de cantidad sino de calidad. Una fugaz presencia física o una sencilla y única conversación es capaz de activar mecanismos interiores de una manera mágica, como se dice coloquialmente: ayudar a cambiar de chip.

Dentro del “todas aquellas personas del pasado”, incluyo a las que me aportaron experiencias agradables y  también desagradables, y éstas últimas son las que me ayudaron a llegar más lejos en el viaje hacia mis interioridades. Acepto sin condiciones el ser humano que al día de hoy soy, con mis luces y mis sombras; forman parte del pack. La dualidad me envuelve constantemente.

Hay personas cercanas que dejaron huellas grabadas a fuego. Amig@s jóvenes arrastrad@s por adicciones a substancias peligrosas; un hermano caído por el mismo motivo a los 25 años y pareciendo que tenía 50;  mi abuela materna fallecida en casa de mis padres, en un diminuto catre pegado a una pequeña cama en la que dormía su hija y mi padre machista y maltratador; éste último, que marchó viviendo en mi propia casa y al que cuidé hasta el final; mi madre ingresada en varios geriátricos a lo largo de unos 8 años y a quien una parte de la familia la iba a ver de higos a peras;  mi nueva pareja, después de separarme de mi compañera por casi 22 años, que vivió 10 meses terminales brutales y yo a su lado, ella con 53 años; mi exmujer, igualmente padeciendo un final terminal largo y terrible, ella con 56 años; Y un buen amigo, de mi misma edad, que partió sin poder despedirme de él, hace pocos años. Y entre todas estas personas, viajeras en evolución, otras tantas menos cercanas, y siento que una parte de ellas sigue viviendo dentro de mí y continúan acompañándome en mi caminar mundano.

Todas ellas están contentas de la persona en la que he logrado convertirme.

En el plano o dimensión en el que se hallan no existe el juicio sobre mi comportamiento mundano, porque ese nivel de consciencia entiende y respeta que estoy aquí para vivir experiencias terrenales y evolucionar hacia un nuevo espacio, o quizás quedarme atascado en uno viejo. Y esta creencia, mía personal, no tiene nada que ver con las anunciadas por religiones, gobiernos, distintas administraciones o medios de comunicación que consiguen que me instale en el miedo y no avance. 

Todas ellas están contentas porque me cuestiono muchos aspectos de la realidad diaria mundana en la que vivo y que, gracias a descreerme esta dudosa y hasta farsa realidad, he ido avanzando poco a poco hasta empoderarme y sentirme amo y dueño de mi destino, aunque a trompicones. Avanzando y retrocediendo.

Me siento un náufrago superviviente a muchas tempestades y me gusta vivir en mi vivienda siendo autónomo y autosuficiente. Y camino y comparto con otra persona, eso sí, ella en su casa y yo en la mía. Y creo en que a nivel personal cada cual se ha de responsabilizar de lo suyo y no ser un peso o carga para la otra u otras personas, aunque nunca se sabe lo que el destino pueda llegar a depararme.

Rindo homenaje y agradecimiento pleno y profundo a mi madre, padre, ancestros, hermanos y a toda la familia de sangre; con el entendimiento de que se comportaron como pudieron o supieron en su nivel de consciencia. Y hago lo mismo con todas las personas que a lo largo de toda mi existencia han interactuado conmigo. Cuando fui bebé, niño, adolescente, joven, adulto… Y cuando viví determinadas experiencias que me traumatizaron y lastraron; y cuando me instalé en una rebeldía de adolescente y joven en la que bullía la rabia hacia el mundo que me rodeaba. No tengo reparo en hablar de mi pasado, sea cual sea, y eso me hace estar bien conmigo mismo, sobre todo con mis sombras o fantasmas que, a veces, siguen merodeando en mí.

Tengo la certeza de que todas ellas están contentas de observar a dónde he llegado, sobre todo las que no habitan ya este plano o realidad, e incluso a las que hice daño. Mi exmujer, fallecida de una enfermedad terminal con 56 años, me dijo durante la separación: —Si alguien hubiera tenido que tomar esa decisión, era yo—. En su cabeza estaba la imagen de ella y yo juntos haciéndonos personas ancianas. Y después de separarnos, se convirtió en la persona que más me ayudó y la amiga a quien más quise.

Voy a seguir viviendo determinadas experiencias que, según el programa mental, podrían considerarse errores, aunque no lo serán porque continuarán aportándome un material valioso en mi evolución personal. Es como más o menos avanza la “ciencia” y los descubrimientos en muchos ámbitos, a base de pruebas y experimentos, en los que aparecen respuestas a preguntas sumando innumerables equivocaciones. Aprendo a saber lo que quiero aprendiendo a saber lo que no quiero.

El tiempo avanza inexorable y los años suman. Mi físico va mermando y soy consciente de que mi ciclo vital humano ve cada vez más cerca su final en este plano o realidad.

Y creo que, cuando suceda, mi consciencia no desaparecerá, se transformará en algo a lo que no le puedo poner palabras.

Y entrará a formar parte de ese sitio, espacio o dimensión desconocida en la que habitan todas aquellas personas que están contentas por observar la persona en la que me he convertido al día de hoy.

Y mi persona se sumará a ellas y estará muy contenta de ver a esas otras personas que todavía continuarán viviendo en este plano o realidad y con quienes compartí un trecho de mi caminar mundano.

Toni Arellano. Barcelona, 25 de abril de 2023.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s